Edición #12. Tiempo de lectura 8'⏳

Neuralink, la empresa de Elon Musk que pretende conectar el cerebro humano con máquinas para potenciarlo, ha sido denunciada por maltrato animal y mala praxis en los experimentos que ha llevado a cabo con animales con monos, perros o cerdos.

Algunas filtraciones aseguran que las prisas de la empresa por mostrar resultados habrían generado la muerte de unos 1.500 de estos animales, muchos de ellos sin ser tratados de forma digna.

Todo lo que rodea la figura de Musk, el hombre más rico de mundo y líder de Tesla, Twitter o SpaceX, retumba. Pero, por desgracia, no hace falta irse muy lejos para ver que los humanos tenemos mucho que mejorar en la forma en la que tratamos a otras especies cuando se trata de experimentar con animales.

✱ La edición de Tierra B de hoy no es dura. No se muestran imágenes ni se incide en aspectos especialmente escabrosos, pero sí que es real.

Hoy hablamos de cómo se experimenta con animales. Esto es lo que he descubierto sobre cómo se hace en farmacéuticas en España y en la Unión Europea y lo poco que sabemos —o queremos saber—, sobre ello.

“Mira, como Hitler… ¡Pasajeros al tren!”…. “Bienvenidos al infierno”

Imágenes de la investigación a Vivotecnia

Esas dos frases se escuchan en un vídeo que desveló la organización Cruelty Free International en abril de 2021 y que hizo público The Guardian.

El primer entrecomillando iba dirigido a un grupo de ratones de experimentación. El segundo, a un beagle que estaba siendo tomado por el cuello. Las imágenes procedían del laboratorio farmacológico Vivotecnia, en Madrid.

Junto a esto, imágenes de perros desangrándose sin apariencia de ser atendidos tras probar con ellos fármacos, conejos cuyos cuellos se dislocaban al colocarlos de mala manera en sus habitáculos de experimentación, o un mono al que le dibujaban una cara en sus genitales mientras le agarraban de todas sus extremidades antes de inyectarle un fármaco de prueba.

Las imágenes se pueden ver aquí.

En su momento, parece que el caso Vivotecnia avivó conciencias sobre lo opaco de la experimentación con animales.

Y es que hay un problema fundamental en el uso de animales en investigación:

El secreto de patente de las farmacológicas hace que muchas veces no se pueda grabar qué ocurre en los laboratorios donde se experimenta con animales, haciendo que sea muy complicado que salga a la luz cualquier caso de maltrato o exceso.
El vídeo de Vivotecnia ponía por primera vez frente a los ojos de todo el mundo algo que no se puede ver y difícilmente controlar.

En España está permitida la experimentación con animales, pero no el maltrato ni el abuso. La nueva Ley de Bienestar Animal —paralizada poco antes de su aprobación cuando se escriben estas líneas— no avanza mucho en estos casos.

Hoy, casi dos años después, el juicio de Vivotecnia sigue a la espera de sentencia, aunque la Comunidad de Madrid solo reclama una sanción de 37.000 euros para el laboratorio.

El debate también parece haberse apaciguado. Incluso Vivotecnia ha vuelto a ser contratada para experimentar con 38 perros por la Universidad de Barcelona. Ganarán más de 250.000 euros públicos con ellos.

Y ojo, no se juzga aquí la experimentación como tal, sino que se siga contratando a un laboratorio en un proceso judicial por maltrato.

Hablar de experimentación con animales iba a ser el número 1 de Tierra B hace unos meses, pero finalmente no acabé sacando el tema adelante. Hoy sí.

A raíz del escándalo, pude hablar con Carlos Contreras, abogado miembro de INTERcids, un grupo de juristas en defensa de los animales, que es quien representa a Cruelty Free International en España en el caso Vivotecnia.

También, con representantes de SECAL, organización científica que aglutina a investigadores, veterinarios y centros que experimentan con animales y de la que Vivotecnia —aspecto importante— era benefactora.

Los claroscuros de la experimentación con animales

Hablando con ellos aprendí, desde sus dos puntos de vista contrapuestos, varios aspectos que creo que se pasan por alto y que casi nadie conocemos sobre la experimentación con animales.

Los intento resumir aquí:

La regulación en España sobre maltrato animal marca como excepciones las celebraciones taurinas y la experimentación animal.
La regulación en Europa limita el uso de animales en laboratorio a fines médicos o de prevención de peligros para humanos -por ejemplo, saber qué pasa si un producto como lejía acaba en un ojo, o los niveles de ingesta que pueden ser fatales-.
Por lo tanto, las marcas de cosméticos que en Europa hacen marketing diciendo que no testan sus productos con animales son hipócritas. La ley ya prohíbe que se testen productos químicos no farmacológicos en animales. Es como si yo dijera que soy mejor persona que el resto porque no mato a nadie y cumplo la ley.
Cuando pensamos en experimentación con animales se nos vienen a la mente ratones de laboratorio. Pero no son los únicos. Perros y cerdos son especialmente utilizados para probar fármacos para el corazón y renales. Los monos también se usan de forma común, y sin ellos vacunas como la de COVID no habría podido llevarse a término.
Perros y cerdos son especialmente requeridos por las similitudes de muchos de sus órganos con los de los humanos.
Los beagles, especialmente, por su docilidad.
Los perros proceden de criaderos. Nacen para ser sacrificados tras probar medicamentos que pueden ayudarnos a nosotros. Es falso el mito de que se san animales callejeros o de perrera.
Los datos que ofrece el Ministerio español sobre muerte en experimentos no son claros. Informa de que 33.891 animales quedaron “sin recuperación” en pruebas científicas (¿eso quiere decir que fallecieron?) y 75.151 sufrieron un dolor severo durante los experimentos. No desglosa aquí, sin embargo, la especie del animal.
Sí que sabemos, aunque de forma poco desglosada, que en España se utilizan de media al año entre 600.000 y 800.000 animales para uso científico, incluyendo la docencia. La mayoría son ratones y aves, aunque en 2021 creció mucho la cifra de peces (larvas en muchos casos).
Entre los mamíferos, tras los ratones, los conejos (21.253) y los cerdos (9.699) son los más utilizados.
De ellos eran 629 primates, 1.692 ovejas, 1.138 perros, 741 gatos o 303 caballos.
Los insectos que se usan no entran en la estadística.

La ciencia se ha marcado desde hace años las denominadas 3Rs, que marcan los protocolos de actuación con animales al experimentar con ellos:

Reemplazo (de mamíferos por insectos o a ser posible por seres no vivos)
Reducción (el uso cada vez de menos número)
Y refinamiento (el uso de técnicas cada vez menos lesivas para los animales)

✱ Sería bueno recordar que cuando a nosotros o a un familiar nos recetan un fármaco que nos hace vivir mejor, como para atajar una dolencia del corazón, renal o de cualquier tipo, ha habido otros seres que se han sacrificado por nosotros.

Todo eso ocurre en gran medida gracias a poner a prueba el corazón de un perro, un cerdo, un mono, un ratón, un reptil, un pez o incluso gracias a una mosca.

🔗 Referencias de esta edición de Tierra B.

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🌍 Y mientras, en la Tierra B: un trivial y tres recomendaciones

🤔 Puedes ver la respuesta aquí.

Recomendaciones:

📖 Un libro (esta vez vamos con dos)
- Uno para cafeteros, Zoópolis: una revolución animalista. Aunque con algo de distancia, un gran libro para pensar sobre el debate de los derechos de los animales.
- La llamada de lo salvaje, de Jack London. Una obra maestra que cuenta la historia de un perro de trineo desde su visión.
🍿 Una película: La saga de John Wick. Qué mejor después de leer esto que ver unas pelis que van de un tipo que reparte mandobles motivado por lo que le pasó a su perro. Disponible en HBO Max.
🖼 Una obra de arte para pensar: El perro semihundido, de Goya. De esta ya hemos hablado por aquí. Una de sus pinturas negras. Nadie sabe muy bien por qué mi paisano la pintó. Algunos creen que es un perro intentando salir de un arroyo mientras se ve arrastrado. También, que simplemente mira a dos pájaros que aparecieron también pintados. Otros, dicen que el perro mira una figura que no aparece pintada, quizá el propio Goya.

He dedicado a preparar y escribir esta edición algo más de 3 horas, más infinitos paseos con Vito, mi perro, asesor y jefe en la sombra🐕.
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Nos leemos, si quieres ya en 2023. La siguiente edición toca para el 1 de enero y la retrasaré al fin de semana siguiente.

Espero cualquier comentario, opinión o apunte con los brazos abiertos. Solo tienes que responder este mail. Estoy al otro lado.

Que tengas buen día.

Víctor

Tierra B

Gracias al corazón de un perro